CEMENTOS
ANDINO DOMINICANOS S.A., a través de
esta nota, expresa su categórico rechazo a las falsas informaciones puestas a
circular por los intereses corporativos de siempre sobre un presunto cierre de
sus operaciones en Cabo Rojo, Pedernales.
Esta
compaña mal intencionada trata de confundir a la opinión publica para trasmitir
la impresión de que el supuesto cierre atiende a los planes de desarrollo turístico
del gobierno en la región, cuando una cosa no tiene nada que ver con la otra.
CEMENTOS
ANDINO DOMINICANOS S.A., no cierra ni
cerrará sus operaciones; al contrario, su proyección de negocios y el firme
compromiso con el desarrollo de la zona constituyen imperativos irrenunciables
a su misión empresarial.
Con
trece años en operación sostenida en Cabo Rojo, provincia de Pedernales y una inversión
de 150 millones de dólares, mas la inminente puesta en funcionamiento de una de
las plantas de procesamiento de Clinker mas moderna del caribe, será un
desatino presumir un retiro de sus actividades comerciales.
CEMENTOS
ANDIINO DOMINICANOS S.A., es una empresa de capital extranjero que, confiada en
el clima de negocios vigente en la República Dominicana, decidió invertir en una de las provincias mas deprimidas del país. Desde hace trece años, y a pesar
de los duros embates de una competencia comercial hostil, mas de los sobre
costos por operar en un lugar remoto sin personal calificado ni infraestructuras
de servicios adecuadas, ha generado mas de los mil cien millones de pesos en
divisas por exportación de cemento y dos mil millones por exportación de
agregados, equivalente a un volumen de diez millones quinientas mil toneladas métricas.
A pesar de ser una empresa acogida a la ley 28-01 sobre promoción al desarrollo
fronterizo, ha liquidado y apagado al estado dominicano mas de mil
cuatrocientos millones en impuestos.
El
impacto social de CEMENTOS ANDINO DOMINICANOS S.A., en la zona ha sido crucial para la reducción de
la pobreza, garantizando una media de 500 empleos directos sin considerar la dinamización
económica de la zona con el pago de tres mil setenta millones de pesos a contratistas
y proveedores y cerca de ciento ochenta millones de pesos en subsidios para
transporte, alimentación y salud a nuestros empleados. Esto sin considerar
nuestros programas de responsabilidad social corporativa que han llevado pisos
de cemento a quinientas diez familias de escasos recursos de la provincia
equivalentes a quince mil seiscientos cincuenta metros de pisos, lo que implica
unas dos mil seiscientas seis personas beneficiadas, así como la promoción al
desarrollo ambiental, deportivo, cultural y capacitación.
Llamamos
a la atención de la opinión pública sobre la intención de ciertos intereses para
crear la percepción de que CEMENTOS ANDINO DOMINICANOS S.A., está en desbandada y que no tiene la capacidad para
garantizar su sostenibilidad financiera ni operativa. Eso es falso. Si bien la
empresa tuvo que reducir su nómina por un programa de ajuste y por la suspensión
temporal de los trabajos de terminación de la planta de Clinker, tal situación es
connatural a las contingencias del mercado y responde a una política de gestión
financiera responsable. En los próximos días volveremos a recuperar el ritmo de
nuestros trabajos sin mayores implicaciones.
Advertimos
aquellos que pretenden pedir el cierre de nuestras operaciones mineras y
productivas, como si viviéramos en una selva, que están equivocados. Todas nuestras
operaciones se encuentran amparadas regularmente en concesiones del Estado
Dominicano y cuyo respeto y garantía se imponen en un estado de derecho. No consentiremos
violación a ese estatus y defenderemos a cualquier precio nuestro legítimo
derecho a la libertad de empresa y al amparo de la seguridad jurídica como
valores supremos de protección constitucional.